Por Dennis Priebe
Traducción Sergio Salido
Justificación por Fe
Justificación por Fe es el principio mas básico del evangelio. Es el tema principal de la salvación. Si no experimentamos justificación por fe, no hay esperanza de salvación. Satanás instalo una falsificación en la cual la salvación es prometida pero no entregada.
Justificación Declarada
Dios perdona nuestros pecados. Ya no soy un pecador culpable. Es lo primero que debemos entender de la justificación por fe. Dios me declara perdonado
Que es entonces la justificación por fe?
Justificación por fe es perdón de los pecados. Es ser adoptado a la familia de Dios. La misericordia de Dios nos perdona enteramente sin méritos de mi parte. Justificación es perdón por mis pecados y el sentimiento de culpa. Nada que yo haga hoy o en el futuro puede expiar mis pecados pasados. Dios simplemente me perdona.
La Justificación Experimentada
A que se refiere el lavacro de la regeneración? Habla de las aguas del bautismo primordialmente?
O es un lavado de un corazón renovado?
Acaso el ladrón en la cruz no experimento ese tipo de lavado aunque no haya podido ser bautizado?
Esto se trata de una experiencia de corazón, una completa transformación. Sucede en la mente. Me cambia mis valores y mis actitudes. El Espíritu Santo renueva mi mente. Ya no estoy centrado en mi mismo; Ahora soy Cristo-Céntrico y centrados en otros. Ahora tengo la mente de Cristo.
Entonces cuando el lavado y regeneración se haya logrado por Cristo y el Espíritu Santo, entonces soy justificado y tengo vida eterna. Hay algo mas en cuanto a la justificación que simplemente ser perdonado de pecados pasados? Esto es justificación experimentado internamente en mi vida.
Tengan en claro que la justificación sigue después de la regeneración y renovación.
Jesús lo hace claro: Justificación por Fe
Simplemente nos dice que la justificación experimentada es el nuevo nacimiento. El nuevo nacimiento no sigue a la justificación, es la justificación.
El perdón de Dios es declarado, pero es mucho mas que solo eso. Es reclamando, transformando y renovando. Es un nuevo corazón limpio creado dentro nuestro. Esto no es santificación, es parte del perdón. La justificación transforma a la misma vez que nos declara justos.
Esta declaración no esta en armonía con las definiciones de la justificación por fe del mundo cristiano. Dice que antes de que Dios nos pronuncia justos, Él nos hace justos. Justificación por la fe es ser hecho justo. La teología actual dice que la justificación es ser declarado justo, y el hacer justo viene más tarde, en la santificación. Note también que hemos sido hechos justos por la justicia imputada de Cristo. Imputada claramente significa más que una declaración legal. La justificación es hacernos justos interiormente y declararnos justos legalmente.
La justificación es recibir un nuevo corazón, convirtiéndose en una nueva criatura. Hoy hay un intento masivo para separar el poder transformador del Espíritu Santo de la justificación, y ponerlo enteramente dentro del proceso de la santificación. Pero estos pasajes inspirados nos dice que la transformación y haciendo justo es parte del proceso de justificar, el cual después Dios nos declara justos. Justificación es simplemente otro nombre para el nuevo nacimiento, la nueva creación, el nuevo corazón.
La primer parte de la justificación es de perdonar mis pecados. La segunda parte de la justificación es de ser transformado mediante la nueva experiencia del nacimiento. La justificación es tanto declarativa como experiencia. La comprensión mas actual de la justificación es que es solo la primer parte. La segunda parte - el nuevo nacimiento - es parte de la santificación. Esto significa que podemos ser justificados y salvados antes de que ocurra el nuevo nacimiento. Y aunque la experiencia del nuevo nacimiento no esté cambiando mi vida tan plenamente como debería, todavía estoy justificado y salvo. Esta separación no bíblica entre declarar justos y hacer justos está haciendo más que cualquier otra enseñanza para animar a los cristianos a tolerar el pecado en sus vidas, ya que ellos creen que son justificados aun cuando el pecado abierto e imperdonable es activo en sus vidas.
EL mensaje era la justificación por la Fe, el cual es imputando la justificación de Cristo a nosotros. Además es el evangelio eterno que debe ser predicado a todo el mundo en el mensaje de los 3 ángeles. Impartiendo es siempre compartiendo y dando. Así que la justificación es impartiendo la justicia de Cristo.
E.J. Waggoner lo expresó muy sencillamente en su libro:
El mensaje de 1888 estaba fuera de armonía con la comprensión actual de la justificación. ¿Podría ser que estamos tratando con dos evangelios diferentes, ambos compitiendo por nuestra lealtad? La falsificación de Satanás del evangelio no es menos real y destructiva que su falsificación del día de adoración de Dios.
Condicional o incondicional?
Algunos dicen: “Agradezco a Dios que estoy justificado incondicionalmente.” “La gracia de Dios es la aceptación de Dios incondicional.” “La justificación condicional es legalismo.” Veamos lo que dice estas citas inspiradas.
Estas declaraciones son tan claras que poca explicación es necesaria. La obediencia es claramente una condición para la salvación, y este es el evangelio que debe ir a todo el mundo. Nos atreveríamos a hablar de la justificación incondicional y aceptación con Dios en luz de estas declaraciones?
Mas de 100 años atrás A. T. Jones hablo sobre la justificación por fe. En su entusiasmo sobre el regalo gratis de salvación de Cristo, el empezó a decir algunas cosas sobre las cuales Elena White tuvo que advertirle. En una carta el 9 de Abril de 1893 escrita desde Nueva Zelanda, ella dijo, "Yo asistía a una reunión, y una gran congregación estaba presente, en mi sueño estuviste presentando el tema de la fe y la justicia imputada de Cristo por la fe. Repitió varias veces que las obras no eran nada, que no había condiciones. La materia se presentó en esa luz que yo sabía que las mentes serían confundidas, y no recibiría la impresión correcta en referencia a la fe y las obras, y decidí escribirle a usted. Usted afirmar esta cuestión con demasiada fuerza. Hay condiciones para la recepción de la justificación y santificación, y la justicia de Cristo, conozco tu significado, pero tú dejas una impresión errónea en muchas mentes, mientras que las buenas obras no salvarán ni siquiera una sola alma, sin embargo, es imposible que una sola alma sea salva sin buenas obras…. Entonces, cuando usted dice que no hay condiciones, y algunas expresiones son bastante amplias, usted carga las mentes, y algunos no pueden ver una consistencia en sus expresiones. No pueden ver cómo pueden armonizar estas expresiones con las declaraciones claras de la Palabra de Dios . Por favor guarde estos puntos. Estas fuertes afirmaciones con respecto a las obras, nunca hacen nuestra posición más fuerte, porque hay muchos que lo consideraran un extremista, y perderá las lecciones ricas sobre los mismos temas que necesitan saber.
La gente necesita desesperadamente conocer el don gratuito de la justicia de Cristo. Pero si presentamos el don del evangelio sin, al mismo tiempo, abordar las condiciones sobre las cuales ese evangelio puede ser recibido, distorsionaremos el evangelio y llevaremos a nuestros oyentes a una falsa seguridad de salvación. El equilibrio necesario está bien expresado en otra declaración inspirada.
La entrega total del corazón es claramente una condición para la justificación. El corazón entero debe ser entregado a Dios, sin retener nada. Debemos decidir no continuar en desobediencia. Después, para continuar en el estado de justificación, la siguiente condición es obediencia. Pero note que esta obediencia no es por mis propios esfuerzos, viene a través de la fe en el poder de Dios para purificar mi alma. La decisión de obedecer es siempre mi decisión. Las dos condiciones para recibir y mantener la justificación son la entrega y la obediencia. Sin que se cumplan estas condiciones, no hay justificación, no importa cuánto podamos reclamarla. Estamos en grave peligro de una falsa presunción, que es la falsificación de la fe genuina.
¿No es ésta una sutil forma de legalismo, haciendo de la obediencia una parte de la justificación? ¿Significa esto que somos salvo por la fe y las obras? Imagínese en Cabo Cañaveral, viendo un lanzamiento del transbordador espacial. Cuál es la causa básica que hace que el transbordador vaya al espacio? Es el disparo de los poderosos motores que sostienen el transbordador. No importa cuan cuidadosos sean los preparativos para el lanzamiento, nada sucederá si esos motores no disparan correctamente. Si encienden correctamente, el transbordador será levantado al espacio con o sin alguien a bordo. Ahora si los astronautas desean participar en este lanzamiento, deben hacer varias cosas. Deben ponerse trajes incómodos, entrar en el ascensor de pórtico que los elevará a la entrada de la lanzadera, luego caminar cuidadosamente por la pasarela hasta la puerta, y finalmente entrar en los asientos especialmente preparados. ¿Alguna de estas cosas hará que los astronautas vayan al espacio? Pueden sentarse en esos asientos durante tres meses y nunca dejar la plataforma de lanzamiento, si los motores de cohetes no disparan. Las diversas cosas que los astronautas deben hacer para entrar en el espacio no son causas del vuelo espacial, sino condiciones de vuelo espacial. Deben cumplir exactamente con todas las condiciones si esperan viajar en el espacio. ¿Y si los astronautas deciden que todas las cosas que deben hacer son legalistas, que prefieren ir al espacio en la comodidad de los bunkers de control? Es bastante obvio que el vuelo espacial involucra causas y condiciones si va a suceder. El astronauta simplemente cumple las condiciones para llegar al lugar donde está el poder. Debemos comprender claramente la diferencia entre causa y condición.
Estos principios son exactamente los mismos en la justificación por la fe. ¿Cuál es la causa de mi justificación? ¿Es la rendición, la obediencia, o incluso la fe? Podemos obedecer perfectamente durante los próximos cincuenta años, y no estaremos un centímetro más cerca de la vida eterna. La única causa de la justificación es la gracia de Dios expresada en la muerte expiatoria de Cristo en la cruz. Ese es el lugar de la salvación. Pero si no cumplo con las condiciones de la salvación --- rendición y obediencia - me niego a colocarme donde la salvación sucede, en la cruz, y la salvación (de los demás) sucederá sin mí. La muerte de Cristo es la causa meritoria de la salvación, mientras que la rendición y la obediencia no tienen ningún mérito, sino que hacen posible que la causa me salve. La salvación es causada por la gracia, no por la obediencia, pero la obediencia me coloca donde el poder de la cruz puede lanzarme a la vida eterna.
No es correcto decir que primero somos justificados y salvados, y entonces la obediencia seguirá naturalmente. ¿Y si los astronautas decidieran retrasar la obediencia a las condiciones del vuelo espacial hasta que los motores de los cohetes dispararan correctamente? Si quiero ser justificado, entonces debo coordinar adecuadamente la causa y las condiciones de la salvación. Ambos son esenciales, cada uno en su función propia.
La Salvación Asegurada
Algunos dicen que tenemos la seguridad de la salvación por el amor incondicional de Dios. Ahora bien, es cierto que Dios ama a cada ser humano incondicionalmente. También es cierto que cualquier esperanza de salvación que podamos tener está basada en ese amor incondicional. Pero mientras el hijo pródigo estaba envuelto por el amor incondicional de su padre durante toda su vida de libertinaje e inmoralidad, ¿tenía la seguridad de la salvación durante ese tiempo? Era evidente que sólo podía estar seguro de su salvación personal cuando regresara a casa de su padre. Entonces no es correcto que digamos que podemos tener la seguridad de la salvación debido al amor incondicional de Dios por nosotros. Después de todo, Dios amó a Judas incondicionalmente, también.
A otros les gusta decir que tenemos la seguridad de la salvación por la muerte de Cristo en la cruz. Pero el mismo problema nos confronta aquí. La mayoría de aquellos por quienes Cristo murió no entrarán en la vida eterna - ellos no serán salvo. Antes de que Jesús muriera, pidió a su Padre que perdonara a sus verdugos por su ignorancia. Pero la realidad es que la mayoría de aquellos por quienes Cristo oró no serán salvo. Obviamente hay algo más que debe pasar antes de que podamos tener la seguridad de la salvación personal.
Con qué frecuencia hoy escuchamos algo como lo siguiente: Lo que hago y lo que no hago no tiene nada que ver con si me ha aceptado o no. Este es un malentendido trágico de la relación apropiada entre la causa de nuestra salvación y las condiciones de nuestra salvación. Mis decisiones no tienen nada que ver con la causa de mi salvación, pero tienen todo que ver con las condiciones de mi salvación. Y no podemos ser aceptados por Dios a menos que se cumplan las condiciones de salvación.
Entonces lo único en lo que puedo basar mi seguridad de la salvación es la gracia de Dios para un pecador rendido. La entrega y un corazón obediente son claramente condiciones para ser salvo.
"Debemos ganar la victoria sobre nosotros mismos, crucificar los afectos y las concupiscencias, y luego comenzar la unión del alma con Cristo". (GAG 321(Gods Amazing Grace)) Noten que la muerte misma no es el resultado de ser salvado. Debe ocurrir antes que podamos caminar con Cristo. Esto significa que no puede haber seguridad de salvación hasta que el yo se entregue completamente a Dios. La gracia de Dios y mi entrega a ella me colocan donde puedo tener la seguridad de la salvación.
Me preocupa mucho que el énfasis que se está dando actualmente a la seguridad de la salvación está llevando a una seguridad presunta en los corazones de muchos, muchos adventistas de hoy. En el desesperado intento de escapar de la culpa, la inseguridad y el legalismo, estamos aferrados a cualquier enseñanza que nos asegure la salvación. El amor de Dios, la muerte de Cristo, la justificación imputada y el manto de justicia de Cristo son todas las hermosas verdades del evangelio que Satanás está usando ahora para acallar almas inocentes por el camino ancho a la destrucción. Deseamos desesperadamente asegurarnos que somos salvo por estas maravillosas causas de nuestra salvación. Satanás quisiera que ignoráramos completamente o minimizáramos las condiciones esenciales de nuestra salvación. Pero no se equivoquen--- causa sin condiciones cumplidas no salvará a nadie.
Una encuesta hecha por el Adventist Review comentaba que, “Un promedio de 63% dice tener una relación intima con Jesús” y 73% “dicen que tienen seguridad de la vida eterna sin embargo solo el 34% estudia la Biblia diariamente y 33% tienen culto familiar.” Entonces pienso, en que esta basada esta “seguridad” y “relación.” Sin la guía del Espíritu Santo en un estudio diario de la Palabra de Dios, todos somos capaces de hundirnos en un mar de apostasía, haciendo a Cristo a nuestra propia imagen, según nuestra propia semejanza, adaptado a las exigencias y clamores de la naturaleza carnal . "
No creo que exagere el caso cuando digo que el mayor peligro al que se enfrenta hoy el cristiano medio no es el legalismo, sino una falsa garantía de salvación. Estamos siendo condicionados a creer que siempre y cuando creamos en Jesús y tengamos una "relación" con Él, estamos seguros de ser salvo, independientemente de si hemos cumplido o no las condiciones necesarias para la salvación. Una falsa justificación, que dice que la justificación sólo debe ser declarada justa, y no incluye hacer justos como parte del proceso de justificación.
Legalismo es hoy el concepto mas malentendido dentro de las religiones. John Fowler, editor asociado, lo resumió así. “Legalismo no es la ley. Si fuera así, Dios mismo seria legalista, porque El es el autor de la ley… Legalismo no es la obediencia de la ley. Si así fuera, Jesús seria legalista… El legalismo es una forma falsa de salvación.. El legalismo siempre proyecta la obediencia como la única forma de salvación o la parte humana de ella ... (Es) la afirmación de uno mismo para venir de alguna manera a la ayuda de Dios en la realización de la salvación humana ". En términos sencillos, el legalismo es hacer de las obras humanas de obediencia la causa o causa parcial de nuestra salvación, es el sentimiento de que nuestra obediencia merece la salvación para nosotros, de la misma manera que ganamos nuestro sueldo por nuestra labor fiel.
"La misericordia nos invita a entrar por las puertas de la ciudad de Dios, y la justicia se satisface de conceder a cada alma obediente plenos privilegios como miembro de la familia real ... Si tuviéramos un carácter defectuoso, no podríamos pasar las puertas Que la misericordia se ha abierto a los obedientes, porque la justicia está a la entrada y exige santidad en todos los que quieren ver a Dios ". (RH 13 de diciembre de 1892) Sin ninguna duda, la obediencia y la santidad son requisitos previos para la salvación. Sin ellos no podemos ser salvados. Por lo tanto, es muy engañoso decir que somos salvo porque Dios nos declara justos, mientras que la transformación y la obediencia son los resultados de nuestra salvación. Si la obediencia es sólo un resultado de la salvación, entonces somos salvo antes de que ocurra la obediencia, y somos salvo aun cuando la obediencia es sólo parcial. Esta falsa comprensión de la justificación hace posible que pensemos que somos salvo, mientras continuamos en pecado conocido.
El Evangelio Evangélico
Si no somos obedientes a los mandamientos de Dios, entonces, ¿dónde nos encontramos? Si no somos obedientes, entonces no somos buenos discípulos - no somos buenos testigos de Cristo. Un discípulo - un seguidor de Cristo - es un buen discípulo sólo cuando es obediente. Nuestro testigo se ve gravemente comprometido cuando somos desobedientes. Nuestra efectividad como embajadores de Cristo en el mundo es en gran parte destruida. Pero cuando no somos obedientes, ¿estamos todavía justificados? El Evangelio evangélico dice: Sí. La obediencia no es un signo de justificación o es necesario para la salvación. No podemos ser buenos testigos o discípulos si somos desobedientes, pero la desobediencia no afecta nuestra posición justificada - todavía estamos salvo.
El evangelio evangélico cree que la justificación declarada es todo lo que se necesita para ser salvo, mientras que la justificación experimentada es el resultado de la salvación ya asegurada, y pertenece más apropiadamente en el área de la santificación. El Evangelio evangélico no cree que la obediencia sea la condición de salvación en absoluto.
La diferencia entre el evangelio evangélico y el evangelio adventista (bíblico) es simplemente esto. El evangelio evangélico sostiene que la obediencia no es un signo de justificación o que es necesario para la salvación, pero es un signo de discipulado. El evangelio adventista sostiene que la obediencia es un signo de justificación y es necesaria para la salvación. El Evangelio evangélico cree que la santificación sigue a la justificación, pero que es sólo un resultado de la salvación, no una parte del proceso de salvación. Además, la santificación nunca puede ser plenamente realizada en esta vida. En otras palabras, la santidad completa es imposible mientras vivamos en las naturalezas caídas en un mundo caído.
Tal vez una ilustración nos ayudará a entender mejor esto. El evangelio adventista sostiene que la observancia del sábado, para quien entiende esta verdad y está convencido de ello, es necesaria para la salvación, como una de las condiciones de la salvación. El guardar el sábado no causa ni merece mi salvación, pero es absolutamente esencial para mi salvación. El Evangelio evangélico dice que la observancia del sábado, incluso cuando se entiende correctamente, no es una condición de mi salvación. A pesar de que la observancia del sábado puede hacerme un mejor discípulo y testigo de Cristo, todavía estoy salvo aparte de la observancia del sábado. Esta es la razón por la cual muchos evangélicos que entienden las cuestiones que rodean el sábado del séptimo día y su transferencia al domingo por la autoridad humana siguen siendo reacios a comenzar la observancia del sábado, porque no es una cuestión de salvación. No es necesario guardar el Sábado para ser salvo. Si la observancia del sábado es sólo un signo de discipulado, entonces puede esperar hasta un momento posterior, cuando la observancia del sábado sea más conveniente.
La realidad es que la obediencia es tanto el resultado como la condición de nuestra salvación. Si tratamos de separar el resultado y la condición; Si decimos que la obediencia no contribuye nada a nuestra salvación; Si decimos que podemos ser salvo con una desobediencia no confesada, estamos diciendo que la ley de Dios no es realmente vinculante para nosotros ni necesaria para nuestra salvación. Decir que la obediencia no es una condición de salvación es una gran huelga contra la autoridad de Dios. Esta posición lleva a la gente a transgredir la ley de Dios de la misma manera que si estuvieran en rebelión contra ella.
En resumen, la justificación es tanto la declaración de perdón de Dios como su transformación en el nuevo nacimiento. La gracia de Dios y la muerte de Cristo son la causa de mi salvación, mientras que la obediencia a los mandamientos de Dios es la condición de mi salvación. Sólo podemos tener la seguridad de la salvación cuando el corazón está completamente entregado a Dios. En el proceso de salvación, todo es de Dios, pero Dios espera mi permiso - mi elección - antes de que la salvación pueda ser eficaz para mí.